miércoles, 20 de marzo de 2013

El poder del pensamiento


"Ya se que no debería molestarme pero es que... ¡no lo puedo evitar!"
Cuántas veces hemos dicho frases parecidas a lo largo de nuestra vida... puede que demasiadas.
No podemos negar que en la vida cotidiana, en mayor o menor medida, tenemos que lidiar con situaciones desagradables, o peor aún, con personas que no actúan como esperamos o desearíamos...

Es indudable que no está bajo nuestro control que los días de lluvia no haya atasco, que no nos devuelvan un libro cuando lo prestamos o que nos quedemos sin cobertura cuando más lo necesitamos. Aunque a primera vista podamos pensar que situaciones así, son motivo de cólera o enfado con causa justificada, nos equivocamos.
Es cierto que no está en nuestra mano que situaciones desagradables puedan ocurrirnos, pero lo que sí depende completamente de nosotros es cómo reaccionamos ante tal situación o conflicto. Aunque a algunas personas esto pueda parecerles algo obvio, habrá otras que se reconozcan en la idea de que no hay otra manera de reaccionar ante un contratiempo indeseado que enfadándose.

Una situación por sí sola no tiene la capacidad de producir ninguna emoción, ya sea alegría, tristeza o ira, son los pensamientos que nosotros derivamos de esa situación lo que provoca que nos sintamos alegres, tristes o enfadados, de ahí la variabilidad entre las personas de reaccionar de formas diferentes ante una misma situación. Como ejemplo, dos mujeres se enfrentan a la viudedad con 53 años después de toda una vida casada con el mismo hombre. Una puede reaccionar ante la terrible noticia pensando que ya se quedará toda su vida sola, a su edad no es posible encontrar pareja ya que tiene una edad... la otra mujer piensa que es horrible la muerte de su marido, pero que no quiere estar sola el resto de su vida, sabe que no es la única que tiene esa situación y que tarde o temprano encontrará a alguien con quien compartir el resto de su vida.

Aunque el enfado o el lamento ante situaciones que escapan fuera de nuestro control sean indeseables sólo por el hecho de que repercuten negativamente en nosotros (está comprobada la relación entre un carácter más hostil con el desarrollo de enfermedades cómo el cáncer) además, las diferentes formas de enfrentarse a una misma situación comentadas anteriormente pueden provocar que suceda lo que más tememos. En el caso de la viuda de 53 con pensamiento pesimista, el pensar de esa manera hará que realmente se quede sola, al pensar que no va a encontrar a nadie a su edad hará que ésta no busque a alguien con quien compartir su vida, ella misma hará que este mal presagio se cumpla.


Tenemos este extraordinario poder que es el pensamiento y el razonamiento, lo único que nos diferencia de los animales, y es triste como muchas veces en lugar de utilizarlo a nuestro favor lo dirigimos en contra.

Una frase de un libro que estoy leyéndome podría resumir más o menos está idea:

           Aceptar lo irremediable y luchar por lo posible


Y a ti, ¿qué malas pasadas te ha jugado tu pensamiento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario